lunes, octubre 30, 2006

Lector Churrinche

¡Al fin alguien que lee la revista! A modo de agradecimiento y homenaje, transcribimos el mail que nos envío nuestro lector:

Hola churrinches…!!!
Había escrito una intro muy particular, sobre como presentarme, e invitarlos a un diálogo en un sentido reflexivo, buscando la identidad quilmeña..Pero un momento antes de enviarles el mail, se me ocurrió entrar a la página, y como link tienen ANTIQUILMES..Primero me reí mucho sobre los temas del blogg, pero luego reflexioné y llegué a ésta pregunta..Cual es el sentido de descubrir por un lado el entramado sociocultural de Quilmes, con su exploración, su reflexión, su conclusión y su difusión, si por el otro lado me invitan a un blogg, cuya consigna es DEFENESTREMOS A LOS QUILMEÑOS?
No me siento herido para nada, ya que tengo un humor muy sarcástico y ácido, y sé quien soy y quienes me rodean, pero cuidado, yo soy así…otros más fanatiquilmisados, podrían tomarlo como “el sabor del desencuentro”.Quizás reflexiono esto, porque no los conozco, y no sé vuestro manifiesto….Si es interés de ZCH, aclárenme esta (duda?), y les reenvío la presentación original, antes leer el blogg (les repito, me reí mucho, como así también me dio vergüenza ajena).
Saludos
Lector churrinche
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viernes, octubre 27, 2006

"Berta", el significante flotante

El domingo pasado fui a ver “Berta también regresa” a Doña Rosa. La obra se hace larga. Muy larga. Pero merecen desatacarse los trabajos de las dos actrices que demuestran su experiencia teatral y, por lo menos, aportan buena performance actoral a un texto tan ciclotímico.
Algunas temáticas que recorre “Berta…”:
- en primer lugar, habría que decir que el texto es una adaptación que realizó el elenco del texto original. En el original los dos personajes protagónicos son hombres, en la versión quilmeña son mujeres. Ya se vuelve una constante esta carencia de hombres, como mencionamos en el artículo de ZCh7 “Mujeres desesperadas”. Podemos recordar la versión femenina de “El acompañamiento” y la ausencia del personaje masculino en “Jardín de otoño” en el Primer Festival de Sainete en el 2005. ¡Necesitamos actores en Quilmes! Pero si no vienen, las chicas van a seguir haciendo teatro.
- Teatro en el teatro. El argumento es más o menos el siguiente: una mujer joven que acaba de separase de su marido y perder su trabajo recibe la visita de su madre Berta que ha decidido quedarse a vivir con ella porque necesita ¿? (por qué se va de su hija queda librado a la interpretación del espectador). La madre es una vieja actriz de teatro que acaba de ser convocada para interpretar “Medea”.
El recurso de “teatro en el teatro”, siempre interesante, se da en el plano de lo narrado cuando la madre interpreta para su hija “Medea”. Suponemos que en el texto original el personaje hombre interpretaba otra obra. No estoy segura de que haya sido una buena elección Medea, porque, por lo menos yo, no pude encontrarle ninguna relación simbólica con el resto de la estructura de la puesta. Digamos, “Medea, una madre que asesina a sus hijos”, pero se supone que esta obra habla de “la relación de una hija con su madre”. Creo que el personaje trágico no dice nada sobre esa relación. Bueno, quizás dice demasiado (acá tendría que aportar Clarita).
Yo creo que “Medea” aparece por una razón que menciona Berta: “siempre es bueno conocer los clásicos”. Y esta causa se relaciona directamente con el modo en el que el recurso de teatro en el teatro aparece en el plano de la enunciación.
Elvira se asemeja demasiado al personaje que interpreta: también es una actriz de experiencia que vuelve a las tablas. Es que, desde que el teatro de la comedia está cerrado, no fue sencillo para el elenco municipal encontrar un espacio para representar sus producciones.
Que “el teatro educa” es una de las máximas de la Comedia Municipal (y de Brecht, claro. Aunque la Comedia nunca representó una obra de Brecht). De ahí que siempre elijan grandes obras para llevar al escenario. De ahí quizás la elección de Medea. Aunque cuando Leopoldo Russo produjo “Julio César” casi lo incineran. Shakespeare is too much. (La sacralización del texto, otra máxima del teatro tradicional local)
Por boca de Berta podemos escuchar algunos reclamos que podrían extenderse a la actriz que la interpreta: su protesta por los bajos sueldos que da el teatro es un reclamo de la Comedia desde hace años.
Cuando la hija llama a su madre “gran actriz del teatro independiente”, también sabemos que ese calificativo se expande por extensión a la actriz-Elvira. Es que el elenco municipal ostenta su carácter municipal pero no se consideran a sí mismos “teatro oficial”, sino “teatro independiente”.
Finalmente podemos pensar la autocrítica que realiza Berta cuando piensa en su nula militancia en los ‘70s: “sólo dije palabras”. El personaje se lamenta porque su protesta política y “su colaboración con la revolución” se circunscribió a su trabajo en el teatro; nunca “pasó a la acción”, sólo se quedó en el discurso dramático. Algo de la autocrítica quizás pueda extenderse al elenco municipal, que continuó su labor sin interrupción durante los ´70s en Quilmes.
No conozco el texto original, y hubiera estado bien que lo leyera antes de escribir todo esto, pero apuesto cualquier cosa que la adaptación está muuuuy determinada por la situación teatral local!
Pensemos un segundo en el título “Berta también regresa”. ¿Por qué no “El gran regreso de Berta” como el título original (“El gran regreso de Boris Vian”)? ¿Además de quién regresa Berta? ¿No podría perfectamente “Berta” reemplazarse por “El elenco municipal también regresa”? ¿”Quilmes también regresa”? ¿eh?
- Teatro y prensa. Che, ¡en una escena Berta lee “El vocerito”! ¿No hubiera sido genial que leyera Zona Churrinche?

miércoles, octubre 18, 2006

Los muchachos de ahora

En un sólo viaje (de colectivo-tren-subte-caminata) tres modelos super diferentes, para que las "mujeres deseperadas" no digan "son todos iguales":

- el garantizador de la continuidad de la raza masculina o el militante activo, retractor de la regla "ya no quedan hombres": otra vez un jovencito que no quiere darle su asiento a una anciana. Otra vez una mujer que dice "qué poco hombre". La diferencia es que esta vez se encontraba allí el "macho-vengador", un ejemplar no dispuesto a permitir que otro representante de su especie bastardeara las reglas de oro de todo hombre que se precie . "Si se baja en Retiro lo muelo a palos", le dijo a un chico ultra-fashion que estaba parado al lado suyo. El chico moderno sonrió nervioso. Llegamos a Diagonal Norte y el poco hombre se paro. El tipo no le sacaba los ojos de encima. Cuando el pibe ya tenía un pie en el andén, el vengador de la caballerosidad perdida levantó un brazo y le pegó un puñetazo en la nuca que resonó aleccionante en todo el vagón. "Hay cada loco", comentó el tipo, mientras se sentaba en el asiento que yo dejaba libre.

- machito quilmeño o "yo también puedo salir en MTV": caminaba por Rivadavia y me cruzo de frente con uno de esos chicos petisitos, pero que a fuerza de concurrir peregrinamente al gimnasio y tomar mucha sopa lograron fortalecer músculos y convertirse en un simpático corcho, fornido y macizo. Sin el más mínimo pudor lucía una remera en la que podía leerse: "instructor de sexo: primera clase gratis". ¡qué tierno! Si no hubiera estado por perder el tren...

- modelo-modelito: ya en Recoleta, esta vez me cruzo con Iván de Pineda, altísmo y vociferando explicaciones al tipo que tenía al lado. Camiseta blanca de algodón, jeans gastados. Parece feo pero es lindo.

lunes, octubre 16, 2006

Rock de La India Kilmeña

Y le salió nomás y nos cantó:

chicos qué nos/pasó que nos quedamos/estancados en los barros/parecemos el cebú/empantanado de la peli/de martel y de sus aguas/verde quieto en el verano

vieron, vieron? así como el acento avejentado de la borges/de bianuda y anacrónica mujer/ venida a menos/

somos todos hermanitos en la casa herencia grande/amuchados una siesta en nuestra cama general/poca luz y poco mueble/ mucho humus y humedad.

O es que nada pasa por acá?
O es que vamos a seguir la historia oficial?

miércoles, octubre 04, 2006

Un poeta de acá


En el mediodía del oeste
se ejerce el derecho enfrente de la plaza,
el pueblo está en medio de bicicletas desparramadas
y espera que la cola afloje
para cruzar de la plaza a la intendencia:
así pasan el puente para bajar al río a tirar la línea,
y así pasan de la cocina al comedor
llevando pan con manteca para comer en la cama.

Acá poco se conoce de la ciudad al lado del río,
Avellaneda, Lanús, Ciudadela,
hasta ahí.
Se sabe por un primo,
por el comisionista,
por el noticiero,
no hay centro, no hay tierra, no hay olor a comida,
hay vías, estaciones, locales de pantalones y zapatillas
cerca de las estaciones,
/carteles con la exmujer de alguien mostrando las medias.

“El pueblo es un esqueleto desgarrado, sin giro y sin comercio”.

Está cerca la gran cabecera de talleres
del ferrocarril del oeste,
percudida
igual que un barco rajado,
se trabaja a reglamento:
los galpones
parten en dos aguas el sol de la tarde.

El soldado que descargó las urnas
se acomoda el cinturón,
mira las casas con las ventanas abiertas,
mira las cortinas cerradas,
más ásperas que la luz,
tiene esa sensación en los dedos con los que toca la fajina,
tiene un catre en Junín para pensar
en una mujer regando canteros

Los hombres,
se acomodan el cinturón,
miran las casas con las ventanas abiertas,
saben qué hay detrás de las cortinas,
miran la fila de mujeres,
rojos por el mediodía o por el vino que terminaron,
ahuecados por la misma máquina de cortar a cero,
agradecen la loza que las hace transpirar

Martín Armada (El resto de El Estero, aquí)

* En la imagen: el trovador de Gerli Ricky Espinosa